En
las inmediaciones del Valle de Ricote y en fuerte contraste con el verde de las
huertas tradicionales, encontramos paisajes rocosos descarnados y agrestes
donde las rocas sedimentarias son protagonistas. Esto nos va a permitir viajar
a través del tiempo y del espacio, si somos capaces de descifrar el lenguaje de
las rocas y pasear por la superficie de este territorio. Con esa idea y la
intención de dar a conocer el patrimonio de interés geológico o geomorfológico,
vamos a dar a conocer algunas zonas de fácil observación situadas en lugares
por los que habituamente pasamos cuando visitamos la zona, o que recorremos
durante las actividades en la naturaleza. Lo trataremos por medio de textos
cortos acompañados de imágenes, esperando facilitar en lo posible la lectura y
comprensión por parte del público en general. Y lo haremos de la mano de José
María Gómez Manuel, de la Asociación Cultural "La Carrahila", con la
que próximamente publicará la Guía arqueológica y geológica de Abarán.
Es además colaborador habitual de Caramucel y autor del capítulo dedicado a
medio físico "lo que nos cuentan las rocas", en el libro
"Rutas por las sierras de Ricote y del Oro". En esta primera entrada
trataremos dos puntos que son visibles a través del camino que comunica las
poblaciones de Abarán y Blanca.
Imagen 1 |
El
mapa geológico nos señala estos materiales como correspondientes a la Era
Terciaria, concretamente al Mioceno Superior (Tortoniense, al igual que los
vecinos Cabezo de la Cobertera y Cabezos de Patrás). Sedimentaron en un ambiente marino hace entre
11 y 7 m.a. La sucesión de diferentes
condiciones climáticas junto con las variaciones en el nivel del mar condicionaron
la naturaleza de los sedimentos. En la parte inferior aparecen margas y margo-
calizas (conocidas como láguenas),
fundamentalmente son calcita y arcillas. La sedimentación de partículas
pequeñas y precipitación química se dio a una relativa distancia de la costa.
Se trata de materiales blandos fácilmente erosionables que se corresponden con formas
de paisajes abarrancados (bad-lands). Sobre ellos e impidiendo que hayan sido
completamente arrasados, se observan materiales más consistentes, formados por
partículas más gruesas depositadas por tanto más cerca de la línea de costa. Concretamente,
encontramos un definido estrato horizontal de arenisca (en el centro del
cabezo), el cual podemos observar también en el paraje del Darrax, e incluso en
algunos lugares de la Rambla de Benito. Cuando esta morfología, de capas
deleznables en la base y resistentes en altura, queda aislada por el desmantelamiento
de los materiales circundantes se denomina cerro testigo. Sobre este potente
estrato, encontramos otros menos evidentes donde se combinan conglomerados con areniscas y calizas. Poseen
un suave plegamiento cuyo origen está más ligado a las condiciones de
sedimentación y reajustes gravitatorios que a movimientos orogénicos, ya que en
el momento de su depósito los mayores empujes de la Orogenia Alpina ya habían
cesado. Son por tanto materiales post-orogénicos y los estratos aparecen
prácticamente horizontales.
Imagen 2 |
Sin embargo, en la imagen 2, en la Sierra del Solán en
las cercanías del Cerro del Montoro, aparecen materiales también de la Era Terciaria,
pero inmediatamente más antiguos (del Mioceno Inferior y Medio, hace entre 23 y
11 m.a.). Esta mayor antigüedad hizo que
sí fueran fuertemente afectados por los empujes orogénicos. Las Calcarenitas (calizas
con arenas) que forman el espinazo central de la Sierra del Solán, fueron
colocadas casi verticales. La carretera MU-514 corta algunos de estos estratos
con fuerte buzamiento que alternan calcarenitas con margo-calizas.
La posterior erosión ha dejado un paisaje de cumbres relativamente resistentes (calizas y calcarenitas) y de laderas con fuertes pendientes, formadas por derrubios, donde son visibles fenómenos de deslizamiento. La escasa vegetación de estas laderas de solana no puede impedir que una lluvia torrencial o un pequeño movimiento sísmico sean causa suficiente para que zonas completas de la ladera se desplacen a favor de la gravedad. Por otro lado en las calizas de las cimas el estrés térmico y la disolución kárstica abren diaclasas y fragmentan la roca. Algunos bloques de gran tamaño se desplazaron pendiente abajo, originando estos característicos paisajes.
Estos dos paisajes, tan cercanos, presentan una geomorfología diferente debida fundamentalmente a la distinta posición e inclinación de los estratos. En el primer caso, predomina la horizontalidad. Los materiales más resistentes forman una cima ancha, cobertera protectora de los materiales inferiores, inconsistentes, que se erosionan en forma de bad-lands. En la segunda imagen, los estratos aparecen verticales, los más resistentes aparecen en estrechas cumbres y aristas, mientras que la erosión genera laderas de fuertes pendientes con fenómenos de deslizamiento y movimiento de grandes bloques.
Durante el Mioceno (periodo que va desde hace 23 m.a. hasta hace unos 5 m.a.) los empujes orogénicos provocan que los materiales depositados durante el Jurásico y el Cretácico en las cuencas subsidentes del antiguo mar de Thetis se plieguen, fragmenten y cabalguen unos sobre otros. Es en este momento cuando se empieza a formar la actual fisonomía de la Región de Murcia. En el Mioceno medio y superior algunas tierras van emergiendo, pero el centro de la región está ocupado por un brazo de mar salpicado de islas que une el Mediterráneo y el Atlántico. Las cumbres de relieves formados por estos cabalgamientos jurásicos, como las Sierras de Ricote, Oro y Pila, son islas de un archipiélago rodeado de arrecifes coralinos. Un paraíso de mares tropicales, poco profundos y con aguas cristalinas. Pero en este mar mioceno siguen sedimentando materiales. Si somos inquisitivos podremos observar huellas de la vida en estos antiguos mares, como fósiles de bivalvos y otras bioturbaciones. Al final de este periodo toda la región queda emergida.
Autor del texto: José María Gómez Manuel
Para
saber más, podéis estar atentos a la próxima publicación de la Asociación
cultural “La Carrahila”, Guía
arqueológica y geológica de Abarán.
También
encontrareis información en los siguientes textos:
ARANA
CASTILLO Y OTROS. (1999) El patrimonio geológico de la Región de Murcia. Fundación Séneca. Murcia.
Del
RAMO JIMÉNEZ, A. y GUILLÉN MONDEJAR, F. (2009). Historia geológica de la
Región de Murcia. Revista Eubacteria Nº XXIII. Universidad de Murcia.
Murcia.
DEL
RAMO JIMÉNEZ, A. y GUILLÉN MONDÉJAR, F. Región de Murcia digital. Fundación
Integra. Comunidad autónoma de la Región de Murcia. www.regmurcia.com.
LOPEZ BERMÚDEZ,
F. (1973). La Vega alta del Segura. Clima, hidrología y geomorfología.
Universidad de Murcia. Murcia.
MELÉNDEZ
HEVIA, I. (2004) Geología de España. Editorial Rueda, S. L. Madrid.
Cartografía:
Mapa
Geológico de España. Hoja 891 Cieza (E. 1:50.000) Instituto Geológico y Minero
de España. Madrid. 1974.
Mapa
Topográfico Nacional de España. Hoja 891 III. Cieza. (E. 1:25.000) Instituto
Geográfico Nacional. Madrid. 1993.
Otras fuentes:
Atlas Global de la Región de
Murcia. La verdad.es. www.atlasdemurcia.com
Instituto
Geográfico Nacional. Centro nacional de información geográfica. www.ign.es
Muy buen trabajo
ResponderEliminar