
Los caminos públicos han surcado desde
antiguo el territorio en función del uso que le han dado sus pobladores. Sobre
ellos se han desarrollado los movimientos necesarios para la obtención de los
recursos, siendo vías de comunicación, de intercambios comerciales y culturales
entre los municipios vecinos. A través de ellos seguimos accediendo hoy en día
a multitud de lugares para actividades muy diversas, sin embargo la mayoría de
veces apenas somos conscientes de ello mientras los usamos para desplazarnos
hacia las zonas rurales, los campos, los espacios naturales o cualquier rincón
de nuestras montañas donde realicemos alguna actividad recreativa en la
naturaleza.
En muchos
casos el abandono de los usos tradicionales que venían dando en estas zonas ha
provocado el abandono de muchos tramos de caminos o bien su sustitución por
vías de relativa nueva construcción, lo que ha devenido en una progresiva
degradación y olvido en un medio cuya propia dinámica natural, con el avance de
la cubierta vegetal, no hacen otra cosa que acelerar su desaparición. Esta
situación ha sido aprovechada en algunos casos para la usurpación, ocupación o
cierre de estas vías públicas por parte de algunos propietarios de terrenos.
En el Valle de Ricote son pocos los
autores que han tratado expresamente el asunto caminero desde el punto de vista
de la investigación y la divulgación. Entre los que lo han hecho, cabe citar a
José David Molina Templado, que ha abordado la temática caminera centrándose
principalmente en las vías de comunicación entre sus pueblos
(MOLINA TEMPLADO, J.D, 2003), tocando también el tema en el entorno de la
Sierra del Oro. Jesús Joaquín López Moreno, que lo ha hecho con sus trabajos de
investigación sobre las vías pecuarias y los accesos al Valle de Ricote,
destacando lo referido a la Calzada Romana Carthagonova-Complutum, así como su
propuesta de rutas históricas dentro de este marco geográfico, desde Cieza
hasta Archena (LÓPEZ MORENO, J. J., 2007). En los últimos tiempos, fruto de
nuevos trabajos de Investigación dedicados a otras temáticas, también podemos
encontrar referencias a antiguos caminos o vías de comunicación en la zona que
nos ocupa.
Algunas de las fuente identificar la existencia y trazado de las sendas antiguas, veredas y caminos
son básicamente cartográficas (TRUJILLO CARMONA, M., 2010). Entre éstas, los trabajos topográficos del
Instituto Geográfico Nacional (IGN), la serie de planos realizados a escala
1:25.000 y organizados por términos municipales, desde finales del siglo XIX y
principios del XX; los Planos Topográficos del IGN, a escala 1:50.000, editados
a mediados del siglo pasado; la cartografía actual del IGN, a escala 1:25.000;
los planos de amojonamiento de los Montes del Catálogo de Utilidad Pública
(C.U.P.), elaborados por la Administración Forestal del Estado; el Catastro Moderno;
así como las fotografías aéreas de los distintos vuelos, desde 1946,
disponibles en los distintos visores digitales (Cartomur, SIGPAC, etc.). Si es
posible, también es interesante contar con aportaciones orales, trasmisoras de
la memoria histórica de los vecinos de los pueblos, las cuales resultan en
muchos casos esenciales y clarificadoras. Esto, unido al conocimiento adquirido
durante los obligados recorridos sobre el terreno, viene a constituir un
importante conjunto de fuentes de información, aunque no el único. En el caso
particular de las veredas de ganados, hemos de añadir el irremplazable papel
que juegan las Actas de Deslindes y Proyectos de Clasificación de Vías
Pecuarias de cada municipio, confeccionados a lo largo del siglo XX.
Una denominación adecuada que engloba los tres tipos de caminos públicos que enunciamos en el título del presente texto podría ser la de caminos tradicionales. Al mismo tiempo, también podemos establecer una clasificación más variada según sus tipos, tanto en base a la naturaleza “legal” de cada uno de ellos, como por la función para la que fueron creados. Nos vamos a basar en este caso, en la clasificación propuesta por Hilario Villalvilla en su trabajo “Los caminos tradicionales en España y en la Región de Murcia” (2002), para determinar la tipología de caminos que podemos encontrar en la comarca del Valle de Ricote.
Una denominación adecuada que engloba los tres tipos de caminos públicos que enunciamos en el título del presente texto podría ser la de caminos tradicionales. Al mismo tiempo, también podemos establecer una clasificación más variada según sus tipos, tanto en base a la naturaleza “legal” de cada uno de ellos, como por la función para la que fueron creados. Nos vamos a basar en este caso, en la clasificación propuesta por Hilario Villalvilla en su trabajo “Los caminos tradicionales en España y en la Región de Murcia” (2002), para determinar la tipología de caminos que podemos encontrar en la comarca del Valle de Ricote.
De esta manera y según su naturaleza “legal”, podemos
encontrarnos con caminos públicos municipales, caminos públicos de la comunidad
autónoma y vías pecuarias, pudiendo añadir a esta clasificación las
servidumbres públicas, en este caso las asociadas a las márgenes de los cursos
fluviales, que serían del Estado.
En cuanto a las funciones a las que se han dedicado, o
se dedican en la actualidad, nos encontramos con un variado abanico de usos y
tipologías de caminos, como son:

-
Caminos
locales del sistema de comunicaciones terrestres en el medio rural y
natural (movimiento de maquinaria agrícola y movimiento de ganado,
acceso
a almacenes e instalaciones de la actividad agraria,
vigilancia rural, acceso a terrenos agrícolas, comunicación vecinal
-acceso a núcleos rurales, casas habitadas o segundas residencias-,
acceso
a montes para labores de gestión y vigilancia, romerías,
actividades de
ocio y recreo –senderismo, cicloturismo, cabalgada, etc.). Se trata
de algunos de los caminos más comunes, extendidos y utilizados en las
zonas rurales de nuestros pueblos.
- Caminos
forestales. Discurren o dan acceso a los Montes Públicos, sirviendo para
la gestión y aprovechamiento de los recursos naturales (trabajos
forestales –saca o extracción de productos forestales y transporte, acceso
de los servicios de prevención, vigilancia y extinción de incendios
forestales, actividades recreativas –senderismo, bicicleta, cabalgada-).
- Ramblas.
Muchos de estos cauces1,
que se encuentran secos o con escasos caudales la mayor parte del año, son
utilizados tradicionalmente como vía de comunicación. En algunos casos y
dada su utilidad, se solapan con otros tipo de caminos y veredas. Los usos
son variados (comunicación vecinal, comunicación entre poblaciones o
núcleos rurales, accesos a montes, accesos a tierras agrícolas, movimiento
de maquinaria agrícola y movimiento de ganado, actividades de ocio y
recreo -senderismo, bicicleta de montaña, cabalgada, etc.-).
Otros caminos públicos que podemos tener en cuenta son:
Otros caminos públicos que podemos tener en cuenta son:
Caminos asociados al Canal del Taibilla. Los caminos
de servicio de esta infraestructura hidráulica, que dota de abastecimiento de
agua potable a 69 municipios de las provincias de Murcia (43), Alicante (34) y
Albacete (2), también pueden ser tenidos en cuenta. En concreto el Ramal
Oriental, que se inicia en Bullas para llevar las aguas hasta la ciudad de
Murcia, discurre de W a E por la solana del Cejo Cortado, las Sierras de Ricote
y El Cajal, subiendo hasta la cumbre de esta última, antes de descencer hacia
Ulea, recorrido que hace a través de los términos municipales de Mula, Campos
del Río, Ricote y Ojós (MOYA
SÁEZ, J.A, 2009).
Caminos ligados a la gestión de embalses. Permiten el
acceso, vigilancia y gestión de los embalses. También permiten el acceso al
público a la lámina de agua y su entorno natural (pesca, paseo, uso de
embarcaciones recreativas, senderos, áreas recreativas, etc). Como por ejemplo,
el camino de acceso al área recreativa del Embalse del Mayés, en el término
municipal de Ojós.
Vías
pecuarias o veredas.
Tal
configuración hace que sus trazados sean muy diversos en función del terreno
por donde pasan. De esta manera, nos encontramos que pueden discurrir tanto por
caminos (carreteros, de tierra o asfaltados), como por sendas, cauces de
ramblas o barrancos, así como monte a través. En estos últimos casos, aunque su
anchura sea mayor, suele existir un trazado por el que pasar más cómodamente y
si no es evidente, lo mejor es intentar guiarse mediante un mapa topográfico.En cuanto a los usos actuales, además
del tránsito ganadero, pueden servir también para el de la actividad agrícola,
o las actividades de ocio y tiempo libre (senderismo, cicloturismo, cabalgada,
etc.), Usos compatibles y complementarios contemplados en la
normativa estatal de vías pecuarias.
Vías pecuarias, patrimonio natural, biodiversidad y
conservación de la naturaleza.
Juegan
un gran papel en la conservación de la naturaleza y mantenimiento de la
biodiversidad como corredores ecológicos, conectando espacios naturales y áreas
rurales. Su uso también puede contribuir a la prevención de los incendios
forestales, por medio del pastoreo, reduciendo de forma significativa el
combustible vegetal.
El propio trazado de
muchas vías pecuarias supone ya en sí mismo, un elemento de interés por
constituir un camino tradicional y con historia, además de atravesar zonas
naturales y rurales con bellos, singulares y antiquísimos paisajes propios de
nuestra tierra. Se pueden encontrar también toda una serie de elementos
asociados, tanto materiales como inmateriales, bien por la actividad ganadera
desarrollada (toponimia, abrevaderos, mojones, refugios pastoriles, etc.), o
bien por su transcurrir a lo largo de antiguos caminos que encierran valores
ecológicos, arqueológicos, arquitectónicos o paisajísticos de diversa índole.
De esta forma, en su discurrir podemos encontrar humedales de pozas y
abrevaderos, elementos naturales como árboles singulares, espacios naturales,
yacimientos, calzadas, edificaciones, canalizaciones, etc. (QUIJADA
GUILLAMÓN, H.M., 2010).
1 Los cauces
de las ramblas constituyen Dominio Público Hidráulico.
Este texto ha sido extraido y actualizado de: QUIJADA GUILLAMÓN, H.M. (2012),
“Sendas, veredas y caminos públicos en las Sierras del Oro y Ricote. Rutas por
viejos caminos para el uso público y el acercamiento a la naturaleza”. II
Jornadas de Investigación y Divulgación sobre Abarán y el Valle de Ricote.
Abarán. En prensa.
Bibliografía:
LÓPEZ MORENO, J. J., “La calzada Carthago Nova-Complutum y sus enlaces con el Valle de Ricote”, Actas IV Congreso Internacional del Valle de Ricote. Ricote, 8/11 Nov. 2007, Ricote, 2007, 339-352
LÓPEZ MORENO, J. J., “La Cañada Real de los Cabañiles o de La Mancha a Murcia, una de las principales rutas prehistóricas en el sureste peninsular”. Programa de festejos de Abarán, 2009.
LÓPEZ MORENO, J. J., “El Valle de Ricote a través de sus fortalezas. Rutas históricas por su poblamiento antiguo y medieval”. Natursport, 2008.
MOLINA TEMPLADO, J.D.; “Los caminos del valle en el pasado”; Actas del II Congreso Turístico Cultural del Valle de Ricote; Mancomunidad de Municipios “Valle de Ricote” – Plan de Dinamización Turística. 2003. Abarán.
MOYA SÁEZ, J.A.; “Rutas en bicicleta por el Canal del Taibilla”, Natursport, 2009. Murcia.
QUIJADA GUILLAMÓN, H.M., “Dominio Público, medio natural y rural en Abarán a través de las vías pecuarias”, Actas I Jornadas de investigación y divulgación sobre Abarán. Asociación cultural “La Carrahila”, 2010, Abarán.
TRUJILLO CARMONA, M.; “Fuentes cartográficas para la identificación de los caminos públicos”; Plataforma “A desalambrar”, Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos. 2010. Inédito.
ENLACES DE INTERÉS:
Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos (PICP)
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