Espartales del Picarcho al paso del Cordel de la Mancha y Archeneros. |
Con motivo de la celebración del día de las aves, que ha tenido lugar este fin de
semana, varias asociaciones y entidades de carácter medioambiental y cultural, entre ellas CARAMUCEL,
han aprovechado para solicitar la protección de los espartales de Cieza y su
declaración como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por la
presencia de alondra ricotí.
Miembros de estas organizaciones han realizado una
visita al paraje de El Picarcho y han transitado por el Cordel de la Mancha y
Archeneros, una de las vías pecuarias que discurren por la zona, mientras se
han ido dando explicaciones sobre los valores naturales y culturales del área y
por qué se solicita su protección, la cual supondría la aportación de un nuevo
espacio para la Red Natura 2000 en la Región de Murcia. Esta solicitud se fundamenta en una nueva zona IBA (Áreas importantes para las aves en
España) recogida en el informe de SEO/Birdlife, aunque más extensa y sobre
superficie pública.
La propuesta y contenido de esta iniciativa han sido suscritos a través del siguiente manifiesto:
MANIFIESTO CIUDADANO POR LA CONSERVACIÓN DE LOS ESPARTALES DE CIEZA Y SU
DECLARACIÓN COMO Z.E.P.A. POR LA PRESENCIA DE
ALONDRA RICOTÍ.
El
carácter árido o semiárido de la Región de Murcia condiciona que los secanos y
las estepas sean sus ambientes más representativos. El relieve llano o de suave
pendiente, su vegetación, de tipo herbáceo o matorral, con ausencia total de
arbolado, o a lo sumo, con pies muy aislados y que nunca llegan a formar una
masa arbórea consistente, son características de las zonas esteparias murcianas
y de otras del sureste ibérico. La aridez de estos territorios, con
precipitaciones escasas y torrenciales, repartidas entre los meses de primavera
(abril) y otoño (octubre) y los usos del suelo determinan las características
de estos medios tan singulares.
Los
espartales constituyen una etapa de degradación del matorral mediterráneo que
ha sido favorecida por el hombre, en este sentido, gran parte de los espartales
murcianos tienen origen antrópico y no es difícil comprobar cuales es resultado
de antiguas plantaciones, con las macollas claramente alineadas.
El
esparto fue en otros tiempos de gran importancia económica, cuyo
aprovechamiento por el hombre se remonta a varios miles de años atrás. La zona
de Cieza, con otras de la Región y del sureste, era conocida por los romanos
como Campus Spartarius
y constituía la principal región productora de esparto de todo el Imperio
Romano. De este material se realizaban numerosos utensilios para la vida del
medio rural, uno de ellos las esparteñas, calzado típico del agricultor. Es
posible que la denominación de Campus
spartarius hiciera referencia no sólo a la especie conocida como
'atocha', sino que también estuviera incluido el albardín (Lygeum spartum), del que
se encuentran aún considerables extensiones. En la actualidad su uso
está reducido a
varios enseres poco cotidianos y solo se recolecta esparto a nivel local y muy
puntual.
Con unas
5.000 hectáreas de extensión los espartizales de Cieza constituyen los mejor
conservados y de mayor extensión de la Región, prolongándose por el territorio
hasta la vecina provincia de Albacete. Los usos tradicionales de este
territorio han condicionado su fisonomía, constituyendo un paisaje de gran
calidad entre los relieves circundantes.
Los
espartizales de Cieza y su entorno presentan una biodiversidad extremadamente
singular, como consecuencia de sus características ambientales y por el hecho
de que hayan sido creados o condicionados por los usos tradicionales del
entorno, como la ganadería, la agricultura o la explotación del esparto.
De entre
la fauna de estos hábitats destacan las aves esteparias, especialmente
adaptadas a sobrevivir en condiciones de aridez y a vivir en zonas llanas o de
relieves suaves. Algunas especies están únicamente vinculadas a estos medios,
ya que presentan estrictos requerimientos ecológicos, como por ejemplo la
Alondra Ricotí (Chersophilus duponti), ave esteparia típica con una distribución
mundial restringida tan sólo a ciertas estepas seminaturales de la Península Ibérica y el norte de África, y que encuentra en
los espartizales de Cieza uno de los escasos lugares donde habita en la Región
de Murcia.
La
población de Alondra Ricotí de la Región de Murcia ha pasado inadvertida
durante años. A pesar de los muestreos realizados por ornitólogos aficionados
locales a finales de los años 80 y comienzos de los 90 del pasado siglo, esta
ave no fue detectada hasta épocas recientes.
Esta escasa
ave esteparia es de la familia de las totovías, cogujadas, terreras y otras
alondras, mide unos 18 centímetros de longitud y presenta una coloración
discreta, como otras especies de esa familia, con alto grado de mimetismo con
el terreno pero lo que más la define es su comportamiento discreto y
ocultadizo, andando a ras de suelo entre la vegetación. Su reclamo es unívoco,
expresándose desde el suelo antes del amanecer con una voz dulce y aflautada.
Pasando habitualmente desapercibida, lo normal es que sea detectada por su
canto.
El nido
se ubica en el suelo, como toda ave esteparia, al amparo de la sombra de un
matorral protector que, por lo general, no lo suele recubrir totalmente. Los
adultos ceban a los pollos con arañas, saltamontes, orugas y larvas de
escarabajos que cazan a pie entre el matorral. Para ellos mismos incluyen
también semillas de manera que, en cierta medida, ayudan a la dispersión de las
especies de plantas propias de los lugares de residencia y mantienen a las
poblaciones de insectos a raya.
Sus
poblaciones no están exentas de amenazas: el abandono de los usos
tradicionales, como el cultivo del esparto y la ganadería extensiva de ovino,
la fragmentación del territorio por construcciones industriales,
urbanizaciones, la agricultura intensiva, las comunicaciones e infraestructuras
viarias o algunas reforestaciones ponen en serio peligro esta especie y su
hábitat. Por otra parte, su situación estratégica, a caballo entre las
poblaciones andaluzas y las manchegas, le otorgan una enorme importancia
ecológica, ya que desde ella podría llevarse a cabo un posible rescate de las
otras.
Su
situación es crítica en la Región de Murcia, por lo que se necesitan medidas
urgentes para su conservación y la de su hábitat.
Por todo
ello, las personas y entidades que suscriben este manifiesto
SOLICITAN:
La
inclusión de los espartales de Cieza y zonas adyacentes en la Red Natura 2000,
en concreto solicitamos la declaración como Zona de Especial Protección para
las Aves (ZEPA) de los Montes Públicos: nº 46: El Picarcho y Solana del Puerto;
nº 48: Umbría y Solana de la Cabeza del Asno; nº 140: Lomas del Calvo y nº 149:
La Melera. Como instrumento eficaz para integrar los usos del medio con la
conservación de la Alondra Ricotí (Chersophilus duponti), que cumple con
los criterios numéricos requeridos por la Directiva Hábitats para su
declaración como tal.
Cieza,
en el Día Mundial de las Aves, 4 de octubre de 2014
- Ecologistas en Acción de la Región Murciana
- Museo del Esparto de Cieza
- Club Atalaya-Ateneo de la Villa de Cieza
- Centro de Estudios Históricos “Fray Pasqual Salmerón (Cieza)
- Rio Rie (Cieza)
- Asociación Cultural “La Carrahila” (Abarán-Valle de Ricote)
- CARAMUCEL, naturaleza e historia (Valle de Ricote)
Más información sobre la alondra ricotí en la Región de Murcia.
Información sobre la IBA 450 "Sierra del Picarcho" (SEO/Birdlife).
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