El
pasado domingo 25 de mayo tuvo lugar el itinerario guiado organizado por
CARAMUCEL en el Parque Regional de la Sierra de la Pila. Los participantes tuvieron
la oportunidad de adentrarse en este espacio natural a través de los viejos
caminos tradicionales que surcan el monte público de Abarán, como el Camino
viejo de Fortuna y el Cordel de las Pocicas y Cueva de la Excomunión. Esta actividad
ecoturística fue conducida por nuestros dos guías expertos, Jesús Joaquín López
y Héctor Quijada, que fueron mostrando al grupo los valores naturales y
culturales más relevantes de la zona. Urracas, alondras totovías y mochuelo
europeo son las aves que nos recibieron a nuestra llegada a la sierra.
La persistente sequía que este año se está dejando notar en el sureste peninsular, es la responsable de que en esta ocasión no se pudiera disfrutar al completo de la época de máxima floración en la zona, que cada año tiene lugar en torno al mes de mayo. La Sierra de la Pila es rica en variedad de endemismos botánicos, predominando en esta parte algunos como el cantueso (Thymus moroderi) y Teucrium franchetianum, ambos catalogados como “Vulnerables”. Aunque la rica diversidad de flora de la que goza este espacio natural nos dio la posibilidad de seguir localizando otras muchas plantas de interés. Es el caso de las diversas especies que se encuentran ligadas a los roquedos calizos, como el gallo de roca (Linaria cavallinesii) y la campanilla de roca (Campanula velutina). También un pequeño helecho, el culantrillo menor (Asplenium trichomanes) despertó el interés de los asistentes, dado su delicado aspecto y belleza.
En la visita a la Cueva de la Excomunión se aprovechó para dar a conocer su importancia como hábitat humano de diversa índole desde tiempo inmemorial. Restos arqueológicos prehistóricos, datos históricos y uso ganadero así lo atestiguan, además de la toponimia, siendo denominada también como Cueva de Jayme el Barbudo, como otras tantas cavidades y parajes de la comarca en los que se alude a este mítico bandolero. El vuelo del cernícalo común y el ajetreo de la golondrínas dáuricas, nos acompañan durante el rato en que permanecemos en esta histórica zona de paso.
Jesús Joaquín López cuenta al grupo los aspectos históricos más relevantes de este enclave. |
El
itinerario continuó adentrándose en la umbría de la extensa vertiente
septentrional de esta sierra. Fue el momento de visitar el extraordinario
ejemplar de Pistacea x saportae, resultado de un cruce natural entre lentisco y
cornicabra. Se trata de un pie con nueve brazos, que en tiempos fueron al menos
once, que destaca por su gran porte y longevidad.
Los roquedos
calizos dominados por sabinares contrastan con la extensa masa de pino carrasco
y sotobosque mediterráneo en la zona del parque con mayor vocación forestal.
Entre el suelo pedregoso sobresalen varios tallos con unas pequeñas florecillas
rosadas, son claveles silvestres (dianthus pungens). En esta zona los
asistentes tuvieron ocasión de observar la avifauna propia de este tipo de
ambientes forestales, entre la que cabe destacar un águila calzada en fase
clara que sobre voló el lugar por el que caminábamos en ese momento. Otros
pájaros que fueron avistados entre el pinar fueron piquituertos, currucas,
papamoscas gris y carbonero garrapinos.
Carbonero garrapinos con una presa en el pico. |
En la
parte final de la excursión se alcanzó el paraje de Los Pardiñales, autentico
corazón del Parque Regional y enclave de interés prehistórico y ecológico.
Domingo Gómez (izquierda), nos acompañó en la ruta y nos ayudó a reconocer algunas de las especies de aves avistadas. |
Nidos de pito real, el pájaro carpintero típico de esta sierra, fabricados en un tronco de pino. |
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