lunes, 20 de agosto de 2018

Un encuentro con el ganado en la Rambla de Benito


A mediados de agosto, en la Sierra del Oro de Abarán, los rigores del verano se dejan notar, tanto en el monte como en los cauces. Nada raro para un territorio del sureste peninsular, sin embargo, este año hemos tenido un poco de suerte, una de las tormentas que han rondado por la zona durante estos días, ha dejado 25 litros por m2. Este ha sido el motivo perfecto para acercarnos a dar un pateo por la Rambla de Benito, que lleva ya dos veranos consecutivos manteniendo el caudal durante el estío. La mañana, aunque calurosa, se mantiene en parte nublada, lo que garantiza que el sol no nos achicharre más de la cuenta, además es el momento perfecto para detectar los rastros que la fauna silvestre haya podido ir dejando en el barro fresco.

Mientras accedemos a la rambla por el antiguo camino forestal, nos llevamos una grata sorpresa al observar, desde lejos, cómo se acerca el ganado de Luís “El Bombón”, que viene por la Colada de Patrax, procedente del paraje del mismo nombre.



(Puedes pinchar sobre las imágenes para ampliarlas)
Ya teníamos ganas de encontrarnos con él en esta zona, pues aunque no accede muy a menudo, la última vez el pasado invierno, según nos cuenta, sabemos que es el último ganado que transita por estas viejas vías pecuarias. De hecho, el verdadero uso trashumante que se da a estos caminos se limita a un par de veces en cada periodo, es decir, una ida y una vuelta. Luís ya no hace los largos desplazamientos, se limita a utilizarlas ciertas ocasiones al año para acceder a los pastos del monte o a la zona alta de la rambla. Y es que en la Región de Murcia ya no existe prácticamente actividad trashumante, siendo los pocos movimientos que se realizan, de varias decenas de kilómetros en lugares puntuales. Aún así, ello demuestra que para solventar el problema de la dura climatología estival, lo que se ha venido haciendo desde tiempos inmemoriales, ha sido trasladar al ganado, es decir, adaptarse a la situación buscando las zonas más apropiadas donde poder sustentarse.


Nos encontramos con Luís y su ganado en uno de los puntos donde confluyen cuatro de los caminos ganaderos que antaño fueron utilizados para la actividad trashumante en Abarán, el Cordel de Charrara y Rambla de Benito, de 37,61 metros de anchura, a partir del cual partían las Coladas de Patrax, Barranco de la Sabina y Los Secos y Poza Frasco, con 8 metros de anchura cada una de ellas.




Dejamos que el ganado pase primero, por el paraje del Estrecho, donde se encontraba el descansadero y abrevadero de Cueva Salmerón y continuamos tras él unos centenares de metros. Aprovechamos para charlar con Luís y realizar un pequeño reportaje fotográfico de lo que es un recuerdo ya prácticamente perdido en nuestro pueblo, el uso de los caminos “por donde en tiempos venían los ganados”, como decían los peritos prácticos del terreno, según se transcribe en las actas que acompañaban a los técnicos responsables de los deslindes de las vías pecuarias de Abarán en el año 1907.



Esta vía pecuaria discurre por la rambla desde su zona alta, en el paraje de Charrara, en el Campo de Ricote, procedente de la Cañada Real de la Sierra del Oro, desde donde desciende en el Collado del Portazgo, siguiendo la línea divisoria de los términos municipales de Ricote y Abarán, hasta que se desvía por el Barranco del Infierno para entroncar con el cauce y continuar en dirección a la vega del río Segura. El propio cauce constituyó desde antiguo una vía de comunicación muy frecuentada, entre el Campo de Ricote y la población de Abarán, además de ser una importante vía de comunicación natural entre el Valle de Ricote y el Noroeste Murciano y Andalucía.




La importancia de que estos caminos históricos hayan llegado hasta nuestros días viene dada, no sólo por su carácter público que nos da derecho de paso, sino también por las importantes funciones que pueden cumplir hoy.

Juegan un gran papel en la conservación de la naturaleza y mantenimiento de la biodiversidad como corredores ecológicos, conectando espacios naturales y áreas rurales. Su uso también puede contribuir a la prevención de los incendios forestales, por medio del pastoreo, reduciendo de forma significativa el combustible vegetal.

Después de las lluvias, buscanco huellas y encontrándonos con el ganado de Luís "el Bombón".

La Rambla de Benito además de un viejo camino, es un entorno morisco, entre molinos, oliveras y montañas, que merece la pena visitar. Para más información sobre esta zona y las vías pecuarias en general, os dejamos algunos enlaces de interés.


Itinerario Guiado por la Senda de los Forestales y Rambla de Benito.



Las mulas de Tino descansan en el abrevadero de Cueva Salmerón, en el Cordel de Charrara y Rambla de Benito, durante la IV Marcha Ganadera de Abarán. Año 2015.

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