Se han llevado a cabo hasta la fecha dos sesiones de las tres previstas, estando a la espera de que la situación satinaría por el COVID-19 mejore, para poder realizar la tercera de ellas. En cuanto a la participación, acogida ha sido bastante buena, superando con creces el número de plazas ofertado por actividad, que debido a medidas de prevención establecidas por la pandemia, ha quedado limitado a 15 voluntarios por actividad.
Dentro de las tareas de mantenimiento y restauración de puntos de agua de carácter tradicional, se ha realizado un desbroce en el Abrevadero de Las Pocicas y la restauración del antiguo dique de la Poza de la Tía Catalina, con la finalidad de aumentar la capacidad de retención de agua aprovechando las crecidas puntuales que se puedan producir en el barranco.
