El
8 de marzo un grupo de 25 personas, entre adultos y niños, participó con CARAMUCEL en el itinerario “Senda de Los Forestales y Fuente de Benito”, actividad que fue guiada por el miembro de nuestro equipo Héctor M. Quijada.
Se trata de una ruta interpretada de entre 3 y 4 km, que también ofertamos con el título de “vías
pecuarias y caminos de otro tiempo”, por las características de su recorrido,
ya que se hace íntegramente por caminos tradicionales y ganaderos de uso
inmemorial. Naturaleza y huella humana están servidas en un enclave rodeado del
excepcional entorno de la Red Natura 2000 de las sierras de Ricote y del Oro,
con numerosas posibilidades de combinación con otras rutas y excursiones por el
entorno. En esta entrada recogemos los contenidos y puntos de interés que se vieron durante la excursión y que se pueden tratar de forma general realizando una salida a pie por la zona. Gracias a todos los asistentes a esta salida por su participación y por el interés mostrado.
El itinerario guiado "vías pecuarias y caminos de otro tiempo" es un recorrido ameno por una de las sendas
forestales que bordean la vertiente oriental de la Sierra del Oro y que en este
tramo coincide con el PR-MU-58, hasta
confluir con el cauce de la Rambla de Benito, en el paraje del Estrecho de
Salmerón. Es un lugar idóneo para detectar pequeños helechos y otras plantas
ligadas a los medios rupícolas, algunas de ellas vulnerables. Entre los
primeros encontramos Asplenium petrarchae, Chelianthes acróstica, Cosentinia
vellea (Doradilla vellosa) y
Ceterach officinarum (Doradilla). También habrá oportunidad de
observar alguna planta en la categoría de vulnerable, como la orejilla de roca (Lafuentea rotundifolia) y si la época
acompaña, algunas de las orquídeas del género Ophrys más frecuentes en
la zona.
En cuanto a la fauna, nos encontramos en
territorio del búho real (Bubo bubo),
- una de las especies por las que se declara la ZEPA de “Sierra del Molino,
Embalse del Quipar y Llanos del Cagitán”, en la que se incluye la Sierra del
Oro - , pero también del cernícalo común
(Falco tinnunculus), la collalba
negra (Oenanthe leucura), el pito
real (Picus viridis) incluso el
águila real (Aquila chrysaetos) visita la zona de vez en cuando. Por su parte, la cabra montés (capra pirenaica hispánica) llega a
descender hasta estas cotas en muchas ocasiones es busca de pastos. Más
frecuente es el jabalí (Sus scrofa),
más común y fácil de detectar por sus rastros. El cauce la rambla mantiene
charcas y pozas con agua durante prácticamente todo el año, lo que hace que sea
un punto importante para la reproducción de anfibios como el sapo corredor (Bufo calamita). En el medio acuático también
es posible encontrar pequeños invertebrados como escorpión acuático (Nepa cinérea) o el nadador de
espaldas (Notonecta glauca). Entre la
vegetación asociada a estos cauces encontramos arbustos como el Baladre (Nerium
oleander), acompañado en ocasiones por Tarayes (Tamarix sp.),
juncos (Juncus acutus, Juncus subulatus y Scirpus holoschoenus),
siendo también comunes las Siemprevivas (Limonium sp.). Esta comunidad
es característica de las Ramblas, así como de algunos de los principales
barrancos de la vertiente Sur y Este de la Sierra del Oro.
Una de las principales características de este itinerario
es que todo el trayecto se realiza unido a vías pecuarias, como la Colada de
Los Secos; la Colada del Barranco de la Sabina; el Cordel de Charrara y Rambla
de Benito; la Colada de Patrax. El tránsito tiene lugar por caminos públicos
tradicionales, en la primera parte, el sendero de mampostería ligado al Monte
de Utilidad Pública número 39 de la Sierra del Oro, que servía para comunicar
la antigua Casa Forestal (hoy día reconvertida en albergue), con los pinares de
los Cabezos Negros. También resulta de interés el camino de herradura empedrado
que discurre sobre las pozas de la rambla.
Fruto del ancestral uso ganadero, entre el paraje de
la Fuente de Benito y el Salmerón se localizan varios emplazamientos de
corrales en desuso y viejos apriscos al abrigo de la roca. En este lugar se
encontraba el antiguo Descansadero-abrevadero de Cueva Salmerón, en uno de los
paisajes más singulares y pintorescos de la sierra.
En la visita también se puede observar
lo que queda del molino de represa y el edificio en ruinas de lo que fue la
antigua fábrica de esparto. Más abajo se encuentra una captación de agua
desde el siglo XIX, ampliada a mediados del XX, realizada mediante un minado de
unos 300 metros de longitud, situado en la margen izquierda de la rambla, donde
ya existía con anterioridad el manantial o fuente que da nombre al paraje.
Rambla
arriba, la huella humana en la rambla se deja ver en cada recodo y en pequeños
detalles que pueden descubrirse gracias a una buena interpretación, de hecho,
nos encontramos ante un paisaje que se remonta varios siglos atrás hasta la
época morisca. Según afirman José María García Avilés y José Victorio
García Abenza[1], “Los siglos han ido borrando los vestigios del pasado
musulmán del Valle de Ricote, pero los caprichos de la naturaleza, y la falta
de interés económico por transformar alguna zona de aquel territorio, ha
permitido la conservación de un sistema cuyos cultivadores fueron los moriscos,
y que los agricultores cristianos que les sucedieron no transformaron puesto
que utilizaban las mismas técnicas de cultivo. Este ecosistema es el que se conoce
como Rambla de Benito, cinco kilómetros, la mayor parte de ellos en el término
municipal de Abarán (Murcia), que se han conservado con la misma fisionomía que
tenían en el momento de la expulsión. Su conservación, o al menos la toma de
medidas para frenar su destrucción, es una tarea pendiente, y la forma de
hacerla es algo que está por estudiar”.
Más información sobre naturaleza, historia y rutas por
estos parajes en el libro Rutas por las Sierras del Oro y Ricote,autores: Héctor M. Quijada y Jesús Castaño. Editorial Natursport. 2014.
GALERÍA DE IMÁGENES:
Cabra montés (capra pirenaica hispánica) |
Cernícalo común (Falco tinnunculus) |
Collalba negra (Oenanthe leucura) |
Fuente de Benito |
Enlaces a artículos relacionados:
[1]
GARCÍA AVILES, J.M. y GARCÍA
ABENZA, J.V., “La intrahistoria de los moriscos del Valle de Ricote. Ejemplo de
pervivencia de un entorno morisco: la Rambla de Benito (Abarán). Propuesta de
debate sobre su conservación”. Actas I Jornadas de Investigación y Divulgación
sobre Abarán. 30 abril/7mayo 2010. Abarán, 2010. págs. 47-61.
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