El pasado 13 de
diciembre tuvimos una salida a la Sierra de la Pila, organizada por
"CARAMUCEL, naturaleza e historia", en la que recorrimos y visitamos
diversos lugares de interés natural, cultural e histórico, situados en el
sector occidental de este macizo montañoso, entre los términos municipales de
Abarán y Blanca. La actividad estuvo guiada por dos de nuestros monitores
expertos locales. Héctor M. Quijada Guillamón, que ha sido informador y
guía-interprete de este espacio natural, y autor del libro “Sierra de la Pila,
excursiones a pie y en bicicleta”. Jesús Joaquín López Moreno, miembro de
la Asociación
Cultural “La Carrahíla”, donde se dedica al estudio del poblamiento prehistórico,
antiguo y medieval del Valle de Ricote, siendo autor de diversas publicaciones
y trabajos a nivel comarcal.
Esta visita guiada nos acerca a conocer los parajes y
elementos de interés natural y cultural más destacables de este espacio natural
protegido, declarado Parque Regional, que además es Área Importante para la
Conservación de las Aves (Presa de Román |
La jornada se inició con la visita al complejo hidráulico de la Presa de Román, situada en la Rambla de la Raja o Rambla del Moro, como se denomina a este cauce en sus zonas alta y baja respectivamente. Se trata de una construcción de base romana, que tras su reconstrucción en el siglo XIX, se ha conservado hasta nuestros días casi en su totalidad. Pudimos comprobar y comentar in situ, un buen ejemplo de presas y boqueras de captación de agua de escorrentía procedentes de barrancos, cañadas y ramblas, que han sido utilizadas tradicionalmente en nuestra zona para el riego eventual de los cultivos.
Este primer lugar de visita es además un importante
punto de paso de vías pecuarias, utilizadas en los antiguos movimientos de
ganado trashumante o trasterminante que se concentraban por la Cañada Real de
Albacete a Murcia y se distribuían por las Cañadas Reales de La Raja y la
Rambla del Moro, así como por las diferentes coladas y cordeles que se
internaban o atravesaban la Sierra de la Pila. Cruce de caminos muy
frecuentados antaño, algo solitarios hoy en día, pero que resultaron un
contexto adecuado para establecer el primer punto de avituallamiento de media
mañana en nuestra ruta, pudiendo saborear pan artesano llegado del núcleo rural
de San Joy, enclavado al otro lado de la sierra, en la vertiente sur.
alondra totovía Lullula arborea |
Una vez en interior de la Sierra de la Pila,
realizamos un recorrido a pie que nos llevará por uno de los espacios más
forestados y de mayor interés desde el punto de vista de la vegetación y
matorral autóctono mediterráneo, de todo Parque Regional. Los parajes de la
Umbría de los Pardiñales y Cerro Gordo encierran no sólo valores naturales, si
no también paisajísticos, culturales e históricos, pudiéndonos remontar hasta
la prehistoria, cuando el hombre neolítico marcó su huella en algunos de los
rincones más desconocidos del interior de la sierra. Aun hoy en día, y después
de diez años del descubrimiento de las primeras pinturas rupestres en la zona,
los materiales e informes oficiales sobre el espacio protegido no contemplan su
existencia.
El Arte rupestre esquemático del Arco Mediterráneo está considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1998 |
Madroños |
El pinar de carrasco, acoge especies nobles del matorral mediterráneo, con durillos, lentiscos, aladiernos, esparragueras, madreselvas, carrascas y cornicabras en las zonas más umbrosas, junto con el madroño, que en muchas zonas es la especie dominante del sotobosque y, a pesar de que la sequía hizo perder casi la totalidad de los frutos de este año, aun pudimos saborear algunos de ellos. De hecho, está constatada la presencia de la mariposa del madroño, también llamada cuatro colas, cuyo ciclo de vida está asociado a este arbusto. Rapaces forestales como gavilán, azor, busardo ratonero o cárabo, forman parte de la avifauna más destacable. Entre la riqueza florística de la Sierra de la Pila se encuentran también algunos de los endemismos y rarezas que pudimos encontrar a nuestro paso, a pesar de encontrarnos en una época poco propicia para la floración de estas especies, observamos algunas, como Tecucrium franchetianum y Giraoa arvensis.
La subida a Pico Pelado, donde se encuentra
una de las antiguas garitas – refugio de vigilancia forestal que se encuentran
en desuso, resultó un estupendo lugar para disfrutar del momento de la comida,
gozando al mismo tiempo del paisaje de la umbría. En la última etapa de nuestra
salida nuestro objetivo es la vertiente sur. Para ello nos dirigimos hacia el
Mojón de las Cuatro Caras, dejando al paso los sabinares del Puntal de los
Corrales y del entorno de la Cueva de la Excomunión. El camino forestal que se
dirige al caserío abandonado de San Joy, hoy parcialmente recuperado, ofrece
inmejorables vistas de la cuenca abancalada del Barranco del Mulo, bajo el
macizo oriental sobre el que se elevan las cotas más altas de la sierra, los
Picos de los Cenajos (1.200 metros) y La Pila (1.264 metros), al tiempo que se
pueden observar algunos puntos de interés geológico y geomorfológico.
Pico Pelado |
El
último punto de visita lo hacemos en el Área de Protección de la Fauna
Silvestre que alberga la colonia de chova piquirroja (Pyrrhocorax
pyrrhocorax) por la cual el área está declarada ZEPA (Zona de Especial
Protección para las Aves de la Sierra de la Pila). Los grandes cortados calizos
con un buen ejemplo de los ambientes rupícolas en el Parque Regional, habitados
por rapaces como el halcón peregrino, el águila real, el búho real, junto con
roquero solitario, collalba negra, escribano montesino, vencejo real y avión
roquero. El atardecer nos regala una de las mejores panorámicas que se
contemplan desde las alturas del parque, la puesta de sol que pone punto y
final a nuestra visita.
Colonia de chovas piquirrojas |
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